Acerca de AK Press
Aunque la mayoría de las ediciones de AK Press son en inglés, cada vez estamos más interesados en llegar a nuestros camaradas hispanoparlantes. La siguiente traducción de la sección “About AK” de nuestro sitio web es un claro ejemplo de eso. Las personas que leen español también querrán revisar nuestra sección, Libros en Español.
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Acerca de AK Press
AK Press es un colectivo de trabajadores que publica y distribuye libros y medios audiovisuales libertarios, y otros materiales alteradores de la conciencia. Somos un pequeño grupo: una docena de personas que trabajan muchas horas por poco dinero, porque creemos en lo que hacemos. Somos anarquistas, lo que se refleja tanto en los libros que tenemos disponibles como en el modo en que organizamos nuestro trabajo. Las decisiones en AK Press son tomadas colectivamente, desde lo que publicamos hasta lo que distribuimos y cómo estructuramos nuestra labor. Todo el trabajo, desde trapear los pisos hasta responder las llamadas telefónicas, es compartido. Cuando los teleoperadores llaman y preguntan, “¿quién está a cargo?” la respuesta es: todos y todas. Nuestra meta no es el lucro (aunque sí tenemos que pagar la renta). Nuestra meta es entregar palabras e imágenes libertarias a la mayor cantidad de gente posible. Los libros y otros medios que distribuimos son publicados por editoriales independientes, no por los gigantes corporativos. Los ponemos a tu disposición para que hagas cambios positivos (o, qué diablos, ¡revolucionarios!) en el mundo. Como probablemente sabes, las cosas que distribuimos están cada vez menos disponibles en las editoriales corporativas y sus cadenas comerciales.
Los materiales de este sitio web y de nuestro catálogo están disponibles para librerías, infoshops, ferias e individuos. Aunque intentamos mantener el catálogo actualizado, ocasionalmente algunas cosas salen de stock y no están disponibles por un tiempo—nos disculpamos de antemano por cualquier inconveniente. Todos los precios están sujetos a cambio. Para ver la información de los productos más actuales y ver los artículos más nuevos (actualizamos el sitio web con nuevos productos cada semana), chequea nuestra página de Nuevas Ediciones. Mientras estés en nuestro sitio, revisa el Bookmobile para ver si AK Press estará en tu área pronto, apúntate en nuestras listas de correo para recibir actualizaciones de nuevos productos y eventos, o averigua más sobre los Amigos de AK Press.
¿A qué se refieren con “Anarquismo”?
“Como todas las buenas ideas”, escribe Clifford Harper, “la Anarquía es bastante simple cuando intentas entenderla—lo mejor de los seres humanos surge cuando viven libres de la autoridad, decidiendo las cosas entre ellos en vez de recibir órdenes”. El anarquismo implica la abolición del Estado y de todas las relaciones sociales coercitivas. Implica una sociedad en la que los individuos crean y controlan sus propias organizaciones colectivas para suplir sus necesidades económicas y sociales. Estas organizaciones se federarían y coordinarían democráticamente (en vez de competir) entre ellas sin ningún tipo de supervisión gubernamental. Algunos dicen que esto es imposible, que sin autoridad de gobierno todo terminaría en violencia, corrupción e ingobernabilidad. Pero, mira a tu alrededor: ¿no es acaso eso mismo lo que tenemos hoy? El gobierno es una fuerza centralizada que impone reglas desde arriba, suprimiendo la iniciativa individual en beneficio de una pequeña minoría. El capitalismo es un sistema económico basado en la explotación, la propiedad privada (robo) de los recursos de la sociedad, y una lógica de competencia despiadada. En vez de aceptar estas construcciones como “naturales”, AK Press se inspira en una rica historia de gentes que, viniendo de todos los rincones del planeta y de todos los oficios, han imaginado y peleado por algo mejor, y que de hecho lo han logrado.
Ningún gobierno, “revolucionario” o no, ha liberado alguna vez a sus ciudadanos de la opresión de género, raza o clase. Ningún gobierno ha desarrollado alguna vez un modelo de sociedad ambientalmente sustentable. Con esos antecedentes, es extraño que alguien todavía apueste por este caballo. En esos días en que las ideas socialistas se desarrollaban y confrontaban el incipiente sistema capitalista, los revolucionarios afirmaron que “la emancipación de la clase obrera debe ser obra de los obreros mismos”. Los anarquistas todavía afirmamos lo mismo. No abogamos por el “no control”, sino que insistimos en preguntarnos “¿quién tiene el control?”. Trabajamos para destruir el poder arbitrario (político, económico y social), para quitarles a los “funcionarios” el poder de tomar decisiones, al mismo tiempo que desarrollamos nuestra capacidad para llenar ese vacío y abastecernos. Los “gobiernos populares” se calcifican invariablemente y abandonan la lucha por la libertad humana. Este es el motivo por el que nos identificamos con las tendencias libertarias de la historia del socialismo—esa ininterrumpida línea de resistencia apasionada contra los terrores del capitalismo y la tiranía del gobierno.
El anarquismo no le dice a la gente lo que tiene que hacer. Le dice que tiene la capacidad de tomar decisiones sobre los asuntos que le conciernen. El anarquismo, y el movimiento anarquista, se tratan de la emancipación, el empoderamiento y la capacidad de actuar. Hazte la siguiente pregunta: ¿cómo sería tu sistema ideal de transporte o de agricultura, tu barrio, escuela o lugar de trabajo ideal? Ahora pregúntate ¿cuánta influencia tienes tú y la gente a tu alrededor sobre estos temas? ¿Podemos darnos el lujo de dejar estas decisiones a aquellos que han estado jodiendo nuestras vidas hasta ahora?
El biólogo evolucionista Stephen Jay Gould escribió una vez, “de alguna manera, estoy menos interesado en el peso y las circunvoluciones del cerebro de Einstein que en la casi certeza de que personas con el mismo talento han vivido y muerto en campos de algodón y talleres de explotación”. Las jerarquías represivas del capitalismo y el Estado crean seres humanos que son meras cáscaras de lo que podríamos ser, aturdiéndonos mental, física y emocionalmente. Para colmo, se nos enseña luego que debemos culparnos por esta situación, en vez de mirar hacia las raíces institucionales de nuestros problemas.
Destruir solamente una forma de opresión sólo causa que las otras se intensifiquen, y por eso el anarquismo intenta enfocarse en todas las relaciones de poder desiguales al mismo tiempo. El capitalismo y el Estado no inventaron el racismo, el patriarcado o la opresión de género, pero usan una variedad de tácticas divisivas para reforzar nuestra dependencia de ellos. Comprender cómo están vinculadas las opresiones es un paso importante para su superación, así como una forma de practicar la libertad aquí y ahora, en vez de relegarla a algún futuro distante.
Para nosotros el anarquismo es un esquema práctico para trabajar estos asuntos. Es un análisis revolucionario que nos ayuda a entender las raíces de la dominación, como individuos y como miembros de grupos sociales explotados. Nos ofrece una útil e instructiva historia de experimentación teórica y práctica llevada a cabo por gente que ha trabajado para expandir la definición misma de la libertad, luchando contra aquellos que la constriñen y niegan violentamente.
¿Qué es un colectivo?
Un colectivo es un grupo de individuos que trabajan juntos en un proyecto común sin apoyarse en jerarquías internas. Los colectivos pueden ser grandes o pequeños. Pueden existir temporalmente o por largos periodos, y la participación en ellos es voluntaria. Cualquier grupo—ya sea un club social, una ONG o una organización política—que tenga un directorio, un jefe, un gerente, un gurú o un presidente, no es un colectivo. En nuestra sociedad actual, la mayoría de las organizaciones formales utilizan un sistema de rangos que concentra el poder de decisión en las manos de una minoría que luego usa este poder para servir a sus propios intereses. Los colectivos están diseñados para prevenir justamente esto.
En los colectivos, el liderazgo es algo que ocurre de manera natural y fluida. Todas las habilidades y conocimientos son compartidos, no acumulados por una elite. Esto significa que las tareas y las responsabilidades pueden rotar entre los miembros del colectivo y que estas pueden ser revocadas si alguien empieza a abusar de su poder. Esta estructura horizontal es una forma dinámica y vital para aumentar constantemente el empoderamiento laboral.
El colectivo AK Press funciona con un alto nivel de organización y responsabilidad. Trabajamos un mínimo de 40 horas a la semana, además de algunas noches y fines de semana. Tenemos reuniones regulares para compartir información acerca de los diferentes aspectos de nuestro negocio con el fin de poder tomar decisiones colectivas sobre un amplio rango de asuntos: los títulos que publicamos y distribuimos, nuestra salud financiera general, nuestra dirección política, los eventos que organizamos y a los que asistimos, el apoyo mutuo que ofrecemos a otros grupos, y cualquier otro tema que se ponga sobre nuestra mesa. Sin embargo, no somos un grupo homogéneo o con un enfoque único. En este momento somos doce individuos bastante diferentes que trabajamos en un proyecto común. Ese proyecto prospera gracias a nuestras diferencias tanto como a nuestras similitudes, así como gracias al espíritu de reflexión y compromiso constante con el que enfrentamos cada nuevo desafío.
¿No es un oxímoron hablar de “negocio anarquista”?
Hay algo definitivamente extraño y contradictorio en el concepto de negocio anarquista. AK Press trabaja duro para destruir el capitalismo e ir más allá, hacia una economía justa, sustentable y no explotadora. Sin embargo, lo queramos o no, el capitalismo es el único juego en curso por el momento. El papel en el que se imprimen los libros, el edificio en el que trabajamos, los paquetes que enviamos y recibimos, los computadores que usamos—todo es resultado del trabajo explotado de la clase obrera. Hasta que le quitemos el poder a las tiranías económicas privadas como las corporaciones y los grupos de inversión, hasta que tengamos el control de nuestras energías creativas, la mayoría de los bienes y servicios que usemos o prestemos serán administrados por el capitalismo. AK Press no existe para enriquecer a sus miembros a costa de los consumidores. Estamos aquí para entregar algunas herramientas para la auto-defensa intelectual, que hacen mucha falta. Cuando decimos que somos un “negocio anarquista”, lo hacemos con plena conciencia de que la economía no está en nuestras manos. Todavía.
Entonces, ¿qué es lo que hace que AK Press sea “anarquista”?
Funcionamos sin una estructura corporativa. No hay jefes, no hay gerentes, no hay esas mierdas. Hemos reemplazado la jerarquía con la cooperación, el compromiso de responder ante los demás y la responsabilidad de nuestros miembros. Las nuevas ideas no son generadas por especialistas en oficinas con aire acondicionado, sino en reuniones abiertas—en las que las ideas son discutidas libremente y en las que todos los implicados directamente en la decisión definen un plan de acción de manera democrática. ¿Cuántos días de licencia médica nos podemos tomar? ¿Deberíamos distribuir ese nuevo libro de South End Press? ¿Cuál clásico anarquista deberíamos volver a imprimir? ¿Quién pondrá la mesa de distribución en la feria del libro de Nueva Orleans? ¿Cómo podemos aumentar la diversidad de nuestro colectivo y de nuestras publicaciones? Respondemos preguntas como estas cada día—docenas a la semana, cientos al mes. ¿Suena tedioso? ¿Suena a empoderamiento? ¿Suena fascinante? Es todo eso… y más. Es nuestra manera de desarrollar las capacidades para administrar nuestras propias condiciones laborales. Es nuestra manera de crear ese mundo mejor que llevamos en nuestros corazones, y de intentar vivirlo de cierto modo al tiempo que asumimos el legado de esos revolucionarios que nos precedieron. Sí, estamos luchando constantemente contra las limitaciones de la economía de mercado, pero también estamos descubriendo el camino hacia la autonomía, a la vez que desafiamos algunas de las estructuras más básicas del capitalismo. La libertad es una lucha constante.
Aunque cada uno de nosotros tiene su propia definición del anarquismo, se superponen en suficientes puntos como para hacer que el nuestro siga siendo un proyecto común. Al mismo tiempo, comprendemos que el movimiento anarquista está hecho de muchas corrientes históricas y contemporáneas, ya sea que se hagan llamar “anarquistas” o “socialistas”, o se rehúsen a las etiquetas. No tenemos problemas con difundir las ideas de personas con las que no estamos siempre de acuerdo. Ninguna idea es tan infalible que no puede ser examinada, cuestionada y debatida. Los humanos se han auto-organizado desde el inicio de los tiempos, de diversas maneras, con variados resultados. Luchamos por abolir los sistemas que nos controlan y separan, e intentamos sacar importantes lecciones de estas luchas de modo que podamos avanzar todos juntos.
Un componente clave de nuestra lucha está en compartir el conocimiento, la historia y la información. Mediante nuestros esfuerzos de publicación y distribución, nos sentimos parte de una larga tradición de difusión de la idea por los medios que sean necesarios. En muchos periodos históricos, los libros, panfletos y otras formas de comunicación escrita fueron clandestinos, lo que hacía necesaria la existencia de redes de individuos que mantuvieran con vida las ideas revolucionarias con imprentas secretas, facsímiles andrajosos y sistemas de distribución subterránea. Nuestra misión es hacer que estos textos sigan circulando, produciendo a la vez nuevos análisis, y documentando la historia de nuestra lucha a medida que se despliega. Nos enorgullece hacernos llamar propagandistas y esperamos que estos materiales agiten y provoquen.
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[Traducción: Pablo Abufom]